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La angustiosa senda de explotación y sufrimiento por la que atraviesa el pueblo costarricense desde hace más de treinta años, producto de la utilización del poder político al servicio de una minoría dominante, provocó el suficiente fastidio en la población para elegir al señor Luis Guillermo Solís, quien prometió un cambio como Presidente.

BUSSCO, como la organización más representativa de la clase trabajadora en Costa Rica, sin adentrar en el mito de los 100 días y tomando en cuenta la esencia de una agenda de gobierno que además de eterna, suele usarse como excusa, considera que don Luis Guillermo está en la obligación lógica, de acuerdo al compromiso en que lo ubica el respaldo de la ciudadanía, de atender con máxima urgencia, interés y sentido estrictamente democrático aquellos asuntos que en materia de derechos humanos han caído en el abandono de las grandes mayorías.

Nuestro pueblo está indignado, cansado de promesas engañosas. La preferencia en el voto electoral persigue un cambio de rumbo en la política nacional de manera integral y en todos los ámbitos de la sociedad costarricense, que sustituyan el modelo neoliberal.

El pueblo y la clase trabajadora, también tienen el deber de exigir y promover soluciones puntuales en la Caja Costarricense de Seguro Social, educación, vivienda, empleo, salarios, pensiones justas, acciones que controlen el desmesurado costo en el combustible, los pasajes de buses, electricidad, alimentos, peajes, protección a los recursos naturales, soberanía, institucionalidad democrática, combate a la corrupción, a la evasión, etc.

En el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense –BUSSCO, estamos absolutamente convencidos de que el verdadero cambio es posible a partir del momento en que el Gobierno disponga a entablar vías de diálogo con franqueza, transparencia y honestidad, a resolver las demandas que el pueblo necesita.

BLOQUE UNITARIO SINDICAL Y SOCIAL COSTARRICENSE (BUSSCO)

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